domingo, 26 de diciembre de 2010


-¿Cuánto se habrá recogido?
Esa es la pregunta que nos hacemos a diario al pasar delante de la caja de comida que hay en frente del despacho de secretaria. Y no es para menos, ya que la verdad es que estas últimas semanas se ha ido llenando progresivamente alcanzando las expectativas que nos esperábamos.
Antes que nada dar las gracias a todos los que halláis ayudado. En el interior de cada niño que mañana comerá, reboza la gratitud por vuestra ayuda.
Alrededor de la Recogida Anual De Alimentos de este año han sido varias las anécdotas que se pueden contar, pero querría dar importancia a tres mini historias.
1) Era martes, y sonaba la campana tan esperada por todos de la última hora, pero en mi interior y en la de otros diez chicos y chicas no era por la misma razón. Sabíamos que hoy empezaríamos con la recogida de alimentos, y muchos pulíamos los últimos detalles de nuevas ideas y de las de siempre para que esta recogida fuera positiva, todos esperábamos superar lo del año anterior.

14:35, las ideas se han expuesto y escogido las mas adecuadas. Ahora toca ponerse en marcha: el típico termómetro, los carteles dibujados por nosotros y los que nos pre diseñan, la gran cesta blanca que espera llenarse, la hora formativa y la charla clase por clase, todo como lo de hacemos desde hace ya tres años. Pero este año habría más.

Para la gente que no pudiese o se olvidase de ir al súper, se nos ocurrió la idea de: porque no traer el súper al colegio. Dicho y hecho, fuimos con el dinero en mano y compramos suficiente comida, con intención de venderla a aquellos que con propia voluntad hiciesen una compra muy importante. Dio un resultado positivo, pero mejorable; aunque no puedo evitar repetir, GRACIAS!
Hubo otra idea, con su historia:
2) -¿Por qué no ponemos un puesto en los supermercados?
Fue hacer la pregunta y surgieron las ideas, la escogida fue la correcta. Por nuestra inexperiencia en los métodos Face to Face decidimos agruparnos junto con las hermanas de Maria Auxiliadora, veteranas en esta idea.

La idea era simple, una vez puesto en su sitio en el supermercado, a persona que entraba, darle a conocer las intenciones del puesto, y esperar que salga los mejor de cada uno.

Solo fuimos cuatro días, pero suficiente para darme cuenta de algo. Por delante nuestro pasaba gente, gente que a cual mas diferente de la anterior, eran al final todas iguales. Gente que pasaba de largo como al que no le va el tema, el que se nos acercaba a prestar atención, madres apuradas que en un suspiro cogen el panfleto, otros que lo cogen solo para hacer la apariencia, gente con corbata y otros chubasquero, abuelas y sus nietos, jóvenes, y muchos más. A cual mas diferente del anterior, pero al final todos iguales. Todos esa noche iban a cenar. Iban a coger su cuchara e iban a dar ese primer mordisco a un plato que han esperado desde las cuatro de la tarde. Pensaba…y me daba cuenta que hay otros lugares tan desfavorecidos; o no es así? .

Pienso en esto y no solo me entristezco, sino que también siento la impotencia sobre mis hombros al ver que no puedo hacer nada para evitar que la gente que pasa delante de mi no sea capaz de abrir los ojos y pensar en ello.

Y justo, cuando voy a dar ese suspiro de lamentación porque ya van cinco los que han pasado de mi, hay una madre que se nos acerca y nos pregunta interesada en que se basa lo que hacemos, y es entonces cuando rechazo el sentimiento de negación y me vuelve a la cabeza el porque sigo haciendo lo que hago; pues porque sé que hay gente como esta última, y que tienen la iniciativa de ayudar, y de que juntos con el mismo sueño, podamos conseguir que en países sin desarrollo, chavales lleguen a casa y pregunten, ¿qué vamos a comer?, y no, ¿hoy hay para comer?

3) La última, mas que una historia, es una última mención a todas esas personas que hacen posible los deseos de gente que desconocen, pero que saben que están allí, y por ello, no puedo irme sin antes agradecer a Iñaki y su compañera por haber venido y habernos mostrado que en la noticia de “1000 niños muertos por hambre” la noticia no está en la cifra, si no en que esa cifra simboliza los nombres de mil niños que hoy ya no están entre nosotros, y nos abren los ojos para entender que esos niños son tan reales como tú y yo.
¿Cuantos kilos hemos recogido? orgulloso ahora, una vez finalizada la semana de navidad, puedo decir que hemos recogido mas de 4000 kilos.